Caramba con la Sand
George Sand vivió una vida turbulenta. Eran muchas las razones por las que no pasaba desapercibida: el éxito de sus novelas, su costumbre de vestir trajes de hombre, su afición por fumar puros y coleccionar numerosos amantes, entre otros, Mérimée, Musset y un cura excomulgado, pasando por breves aventuras románticas con la actriz Maria Dorval y con la cantante de ópera Paulina García.
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