Ignacio Ramírez Calzada, El Nicromante
"¿Cómo arrancar del pecho de un padre la patria, cuando se tiene entre sus brazos a quién dejarla por herencia?"
Ignacio Ramírez Mejor conocido como El Nigromante. Nació en San Miguel el Grande, Hoy San Miguel de Allende, Guanajuato, el 23 de junio de 1818. Hijo de padres indígenas, don Lino Ramírez y de doña Sinforoza Calzada.
Inicio sus estudios en Querétaro, estado natal de su padre. Estudio artes en el Colegio de San Gregorio, en la ciudad de México. En 1841 obtuvo el grado en la Universidad Pontificia Nacional, y a los 19 años de edad ingresó a la Academia Literaria de San Juan de Letrán, integrada por los hombres más ilustrados de la época. La celebre presentación de Ramírez en dicha academia, que esta citada en los anales literarios de México. Donde leyó un discurso sobre un tema muy controversial. Ahí expresó: No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos. Fue aceptado no obstante las protestas que causó su tesis tan revolucionaria y el discurso que petrificó de estupor la asamblea. Sin embargo sería exaltado como primer orador y poco tiempo después el mejor escritor de su tiempo.
En 1845, funda con Guillermo Prieto y Vicente Segura la publicación periódica Don Simplicio, firmando sus artículos con el seudónimo El Nigromante, iniciándose así como periodista. Sus colaboraciones distinguidas con un contenido flameante, versos agudos y satíricos, donde hacia terribles censuras a los actos del gobierno conservador, provocó que el periódico fuera suprimido, así mismo el fuera encarcelado.
En el año de 1846, funda el club popular, donde divulga sus ideas liberales avanzadas en materia de reforma política, económica y religiosa, motivo por el que nuevamente regresa a prisión. Al retornar a la libertad, el gobernador del estado de México, admirador de sus talentos, lo invita para organizar su gobierno. Ramírez corresponde trabajando día y noche, en la reconstrucción administrativa y defensa del territorio nacional invadido por los norteamericanos.
Asistió con el gobernador Olaguíbel a la batalla de Padierna, restableció el Instituto Literario de de Toluca, donde fue catedrático de derecho y de literatura, sin embargo y a pesar de su irreprochable conducta, los padres de familia alarmados por sus ideas liberales lo intrigaron hasta lograr su separación del Instituto.
En 1852, el gobernador de Sinaloa Plácido Vega promueve su candidatura a diputado federal por esa entidad, defendiendo el liberalismo en el Congreso de la Unión. A su regreso a Sinaloa, fue secretario del general Plácido Vega, sostuvo enérgicamente la extinción de las alcabalas propuestas durante el gobierno de Pomposo Verdugo. Posteriormente Ramírez viajó a Baja California donde descubrió la existencia de zonas perlíferas y canteras de mármol, sobre las que escribió brillantes artículos que revelaron aquella riqueza.
En 1853 por sus críticas a Antonio López de Santa Anna permaneció once meses en prisión, la mayor parte del tiempo encadenado. Al triunfar la Revolución de Ayutla fue liberado y fungió como secretario personal de don Ignacio Comonfort; al advertir que Comonfort falseaba sus principios liberales, renunció a su puesto para afiliarse con Benito Juárez, Melchor Ocampo y Guillermo Prieto en el partido liberal y combatir con su pluma al renegado.
El Nigromante participó en la elaboración de las Leyes de Reforma, siendo uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción Pública en el periodo 21 de enero al 9 de mayo de 1861. Durante su gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación primaria en el Distrito Federal y territorios federales. Del 19 de marzo al 3 de abril de 1861 ocupó la Secretaría de Fomento. Asumió la responsabilidad de la exclaustración de las monjas; reformó la ley de hipotecas; hizo efectiva la independencia del Estado de la Iglesia; reformó el plan general de estudios; dotó con equipo los gabinetes del Colegio de Minería; seleccionó un excelente cuadro de profesores de la Academia de San Carlos; salvó cuadros de pintura que existían en los conventos, con los cuales formó una rica colección y formó una galería completa de pintores mexicanos; designó a los pintores Clavé, Cavalari y Sojo para que salvaran del Colegio de Tepozotlán los tesoros de arte en arquitectura, pintura, tallado e incrustaciones que contenía aquel magnífico Museo. La honradez de Ramírez fue acrisolada, pues cuando fue Ministro pasaron por sus manos millones de pesos y nadie osó decir que se hubiera apropiado lo más mínimo de los tesoros que manejó. No tomó jamás ni un solo libro de los millares de volúmenes sacados de las bibliotecas de los conventos, ni una pieza de los centenares de cuadros extraídos de los claustros. No insinuó ni aceptó la menor recompensa por sus persecuciones y miserias que pasó por largos años, ni se adjudicó la más pequeña propiedad para pasar holgadamente el resto de sus días.
Se desempeño magistrado en la suprema corte de justicia, desde el año de 1868, hasta su muerte que aconteció el 15 de junio de 1879 en la capital de la República. El 5 de octubre de 1934 sus restos fueron exhumados y trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Nació en San Miguel de Allende, Guanajuato, el 23 de junio de 1818. Inició sus estudios en Querétaro y posteriormente en la Ciudad de México. Estudió abogacía en el colegio de San Gregorio. Ingresó en la academia de San Juan de Letrán, para su admisión presentó la tesis: "Dios no existe: los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos", con la cual ganó el respeto y admiración de los académicos.
En 1846 perteneció al club Popular, publicó el periódico Don Simplicio en el cual promulgaba en tono humorístico una reforma política y social. Participó en la guerra contra los norteamericanos. Fue secretario de gobierno de Sinaloa, regresó a la Ciudad de México y por medio de la prensa luchó en contra de de Junio de la dictadura de Santa Anna y por ello fue encarcelado.
Fue secretario del general Comonfort durante la Revolución de Ayutla, pero debido a que Ramírez defendía las ideas liberales, se separaron. En 1856 fue electo diputado, como orador destacado, luchó por dejar sus pensamientos en la Constitución.
Juez del Registro Civil en Puebla ayudó al pronunciamiento en contra de Comonfort. Luchó por la Reforma. Durante la Intervención Francesa defendió el régimen republicano en Sinaloa y Sonora. Al obtener Maximiliano el poder, fue desterrado a California y al tratar de regresar fue encarcelado en San Juan de Ulúa.
En 1868 fue electo magistrado de la Suprema Corte de Justicia, puesto que desempeñó por 12 años hasta su muerte, que aconteció el 15 de junio de 1879 en la capital. El 5 de octubre de 1934 sus restos fueron exhumados y trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres.
De sus obras literarias, tenemos: Cartas a Fidel y Lecciones de literatura.
De sus escritos sobre historia, economía, política, fisiología, geología, paleontología, química, botánica, literatura, etcétera, que se considera apenas cabrían en veinte volúmenes, la Secretaría de Fomento editó dos tomos.
Pancho López
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