Las últimas respuestas
Escribí un poema sobre la niebla
y una mujer me preguntó qué quise decir. Hasta entonces sólo había pensado en la belleza de la niebla.Cómo confunde el perla y el gris, y gira y convierte los refugios iluminados al anochecer en puntos trémulos de misterio y color.Le contesté: El mundo entero era niebla una vez, hace mucho tiempo, y un día volverá a ser niebla.Nuestras calaveras y pulmones son más de agua que de huesos y tejidos y los poetas aman el polvo y la niebla porque las últimas respuestas terminarán en polvo y niebla. Carl Sanburg
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